Kalamata es el nombre en clave del nuevo proyecto de Apple, o por lo menos del último del que se tiene constancia. Bajo este nombre, Apple está desarrollando su idea de diseñar sus propios procesadores para ordenadores Mac. Tal y como ha ocurrido en los dispositivos iOS, Apple comenzará a implementar un chip propio en los iMac y los MacBook a partir de 2020, según informa Bloomberg.
La tercera transición en Apple a procesadores ARM parece ser que ya tiene fecha fijada. Según el último informe de Ian King y Mark Gurman en Bloomberg, la mesa ejecutiva de Apple ya ha tomado la decisión de realizar el cambio en los próximos años. Esto supondría nuevos chips con arquitectura ARM diseñados por la compañía, abandonando así la colaboración con Intel, que a día de hoy es quien diseña los procesadores incluidos en todos los Mac a la venta.
Según las fuentes del informe, la estrategia de Apple viene de largo y no es algo pensado en el momento. La idea es conseguir que tanto los iPhone, iPad y Mac tengan más similitudes entre ellos. Diferentes dispositivos para diferentes plataformas pero con un mismo desarrollo. Esto es algo que ya vimos en detalle cuando hablamos de qué supone el proyecto Marzipan para el desarrollo. Una idea de crear una misma app diferente en cada dispositivo, una idea que comenzó Microsoft pero parece ser que Apple ejecutará antes.
Y si bien puedes conseguir esa unificación en desarrollo utilizando un hardware distinto y con una estructura diferente en cada dispositivo, es mucho más cómodo y sencillo si utilizas la misma arquitectura tanto en el ordenador como en el móvil o la tablet. Esa arquitectura es la arquitectura ARM en procesadores, la tenemos en el iPhone y el iPad, y la tendremos en el Mac dentro de poco. Un paso más cerca de la convergencia en el ecosistema Apple.
Un procesador propio también significa poder crear un hardware específicamente para el software del ordenador. La integración plena entre estos dos ítems hace que todo funcione mucho mejor, haya un menor consumo de energía y el rendimiento sea mucho mayor. El ejemplo más claro lo tenemos en el rendimiento de cualquier iPhone en comparación con un dispositivo Android, donde el fabricante y Google no siempre van a la par.
Por otra parte, Apple por fin no tendría que depender de Intel o terceros para lanzar sus productos. A menudo la compañía ha tenido que limitar sus Mac o retrasar su lanzamiento porque directamente Intel no podía ofrecer un procesador más potente, a la altura o a tiempo. Con un procesador propio pueden controlar mejor la línea de producción, los tiempos de desarrollo y la estrategia a medio plazo.
Sea como sea, tendremos que esperar un poco más para ver cómo se desarrolla esta transición. Lo más seguro es que sea algo paulatino y no directo. Quizás un MacBook para 2020 y en los próximos años ir adaptando el resto de gamas Mac. Es más, puede que no tengamos una transición completa en años, y seguir viendo procesadores Intel en algunos Mac, por ejemplo los Mac Pro y iMac Pro. Tampoco descartemos que Intel sea el encargado de fabricar estos nuevos procesadores de Apple. Eso sí, de momento la acción de Intel se ha desplomado un -8.56%.
Fuente: Applesfera